Por: Leonardo M. Fernández Otaño

Marzo 2023

El contexto electoral

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El próximo 26 de marzo del 2023 en Cuba se desarrollaron las elecciones para elegir a los diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Este ciclo electoral debe ser entendido cómo un proceso de ratificación política de los parlamentarios propuestos (por el Partido Comunista y otros estamentos de poder dentro del régimen) para ocupar un asiento en el órgano legislativo, en un país donde se aprueban las leyes por unanimidad y el Partido tiene carácter supraconstitucional (Constitución de la República de Cuba, 2019). Se vota, pero no se elige.

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Este proceso se produjo en una nueva circunstancia, pues desde el 2008 la participación en las elecciones cubanas ha bajado del antiguo 90% del padrón electoral. Los índices de votación pre-2008 fueron empleados por el gobierno para mostrar a la comunidad internacional su alto índice de “aprobación política”. Aunque las elecciones generalmente han ocurrido sin observación electoral independiente y con la ausencia de cualquier oposición política.  A partir del 2018 Cuba vive inmersa en una crisis económica, política y social que ha atravesado a todos los sectores de la sociedad, que ha tenido en las protestas del 11-12 de julio del 2021, las manifestaciones del verano del 2022 y la posterior crisis migratoria sus principales consecuencias.

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Las dos últimas contiendas electorales han demostrado la apatía de los ciudadanos con el proceso político y han forzado al régimen cubano a desplegar una amplia campaña de propagandística destinada a evitar una cifra alta de abstención electoral. Los datos oficiales arrojados durante la aprobación del Código de Familias, que se convirtió en un referéndum al Partido Comunista y las posteriores elecciones municipales hablan por sí solos del descontento existente respecto al sistema político. Durante el referendo para aprobar el Código de las Familias ejerció el derecho al voto el 74,01% del padrón electoral. Aprobaron el Si un 66, 87% de los electores (3 936 790 ciudadanos), mientras por el No votó un 33 % (1 950 090 ciudadanos). Además, se abstuvieron 2 188 551 electores (CNE,2022).

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En las elecciones municipales de noviembre del 2022 participó el 68,56 del padrón electoral (5 728 220 ciudadanos), absteniéndose un 31, 44 % del total de empadronados (2 626 497 ciudadanos) (CNE,2022). Además, la crisis económica se agudizó con un aumento incontrolado de la inflación, los desabastecimientos, los largos cortes de electricidad y la falta de medicamentos, generando cada vez más un descontento ciudadano sin precedentes, que crea un caldo de cultivos para un próximo estallido social.

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Entre la ciudadanía existe la idea generalizada sobre la inefectividad de los delegados del Poder Popular (engranaje básico del sistema electoral cubano). Este malestar se refleja en la baja asistencia a los actos de rendición de cuentas del delegado a sus electores y en la incapacidad de estos políticos para resolver los problemas comunitarios. La inefectividad del sistema se ha extendido y creado un rechazo que conduce a la abstención, la anulación de boletas e inclusive al acto de observación electoral independiente por parte de numerosos ciudadanos.

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La respuesta de la sociedad civil.

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La irrupción del servicio de internet por datos móviles en Cuba en 2018 cambió los derroteros del disenso político insular. La aparición y consolidación de un nuevo ecosistema de prensa independiente durante los años del Deshielo Obama y su consumo por un segmento de la ciudadanía, constituye un paso importante en la crisis del metarelato político del régimen cubano. El uso masivo de las redes sociales facilitó la repolitización de los sujetos populares y la diáspora, debido a la aparición de youtubers y otras formas de ciberactivismo.

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El contexto también fue propicio para el empoderamiento de una nueva generación de artistas, intelectuales, activistas y ciudadanos críticos de la realidad nacional. Formados en las instituciones educativas oficiales, cuestionaban el canon político impuesto en sus áreas de desempeño cotidiano. Tras un intento fracasado de reforma a partir del 2008 y desbordado por el contexto antes descrito, el régimen cubano ha reforzado sus formas totalitarias de represión al disenso: exilio, acoso político y un aumento de abrupto del número de presos políticos, en particular después de las manifestaciones de julio del 2021 y el verano del 2022.  Esta circunstancia ha forzado al exilio a decenas de activistas y ciudadanos que jugaron un papel protagónico en el último ciclo cívico (2019-2021) marcado por la ocupación del espacio público. 

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Frente a esta realidad un segmento de la sociedad civil cubana aprovechó la oportunidad electoral para lanzar una campaña cívica que motive a la ciudadanía a recurrir a la abstención electoral o anular sus boletas. De este modo, se pretendía crear un voto de castigo, que evidenciara un nivel considerable de reprobación sobre el sistema totalitario cubano.

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Mediante una acción concreta y de incidencia sobre el terreno, el boicot electoral ha tenido un efecto rearticulador en la sociedad civil, ya sea en la diáspora o al interior del país. Otro aspecto que destaca en este ejercicio electoral se basa en la fuerte presencia en las redes sociales de un mensaje concreto, que a diferencia de las elecciones municipales conecta con la realidad cotidiana, empleando un lenguaje más cercano a la realidad social.

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Además, se debe destacar el uso de una estética visual que aprovecha carteles, videos o sátiras, que conecta con la ciudadanía millennials. Este grupo social fue un sector con una importante presencia en el espacio público durante el estallido social del 11 y 12 de julio del 2021.  Al igual que como ocurriera con el Código de las Familias y las elecciones municipales se ha ido consolidando el entrenamiento de diferentes organizaciones e inclusive ciudadanos no articulados, en el monitoreo a los procesos electorales cubanos. Esta veeduría ayuda a demostrar las inconsistencias e irregularidades del proceso eleccionario impuesto por el sistema gubernamental imperante.

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Consideraciones finales

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La jornada electoral trascurrió en un clima de calma según documentaron con imágenes y testimonios numerosos ciudadanos. Las cifras aportadas por la Comisión Electoral Nacional (CNE) aportan que votaron 6 millones 167 mil 605 electores, lo que significa el 75.87% del padrón electoral.  Al detallar las cifras de participación el ente electoral precisó que resultaron válidas 5 millones 565 mil 640 (90.28%), mientras fueron depositadas en blanco 383 mil 316 boletas representando un 6.22% del padrón. Además, se reportaron 215 mil 920 votos anulados, lo que equivale al 3.50% del registro electoral (CNE,2023).

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Estos resultados resultan polémicos si se tiene en cuenta una serie de aspectos que atravesaron la jornada. El primer elemento se basa en la variación de la abstención (informada por el CNE) con respecto a las votaciones de septiembre y noviembre del 2022, pues estos ejercicios políticos se convirtieron en un referéndum simbólico a la gestión gubernamental de la crisis sistémica que vive el país.

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A su vez se registraron reportes desde distintos puntos del país sobre episodios sistemáticos de tardanza en la exposición o ausencia del padrón electoral. De igual modo se denunciaron irregularidades en los procesos de votación, en particular el traslado de las boletas por miembros de los colegios a las residencias de ciudadanos que no habían asistido al sufragio. Desde las redes sociales y la prensa independiente se documentó la baja asistencia a los centros de votación a lo largo de toda la jornada.

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Un elemento que ha demostrado la consolidación de la sociedad civil en el contexto restrictivo cubano fue el ejercicio de observación electoral ejecutado durante la jornada.  Las tres organizaciones que ejecutaron esta labor fueron Observadores de Derechos Electorales (ODE), Ciudadanos Observadores de Procesos Electorales (COPE) y la Comisión Cubana de Defensa Electoral (COCUDE). En un documento conjunto titulado Informe de observación electoral ciudadana recopilaron los resultados del trabajo realizado por sus 75 miembros en 33 municipios del país. El texto analiza las principales complejidades de las elecciones cubanas, así como expone las medidas represivas ejercidas sobre los observadores independientes.

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El ejercicio de ratificación político realizado por el régimen cubano el 26 de marzo del 2023 constituye la evidencia de la crisis del totalitarismo, que busca mecanismos de reafirmación popular, pero que a diferencia de décadas anteriores se encuentra con una generación de ciudadanos que se aleja de los metarelatos que lo legitimaron en el poder y un amplio descontento popular.  A su vez se enfrenta con una sociedad civil que se rearticula a pesar del efecto de la represión e intenta fiscalizar los procesos en los cuales se legitima el estado cubano. Estos desafíos constituyen pasos certeros en el proceso de democratización de la vida política del país, exigido por amplios segmentos de la ciudadanía y que en escenarios como las elecciones del 26 de marzo pasado se hacen evidentes.

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Referencias Bibliográficas.

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Civicus. (2023). Cuba: elecciones sin opciones. El régimen autoritario busca legitimidad con un ritual electoral sin ninguna sustancia. https://lens.civicus.org/cuba-elecciones-sin-opciones/.

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COCUDE, ODE y COPE. (2023). Informe de observación electoral ciudadana. Elecciones para la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba 2023.

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Domínguez, J. (2023). Los mecanismos de presión y las elecciones en Cuba. https://eltoque.com/los-mecanismos-de-presion-y-las-elecciones-en-cuba.

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el Toque. (2023). «Elecciones generales» en Cuba: ¿qué pasó este 26 de marzo? https://eltoque.com/elecciones-generales-en-cuba-que-paso-este-26-de-marzo.

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Lara Otaola, M.A. (2023). Votar no es elegir: el 26 de marzo en Cuba. https://www.idea.int/blog/votar-no-es-elegir-el-26-de-marzo-en-cuba.

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Proyecto Inventario. (2023). Resultados de elecciones parlamentarias de Cuba en 2023. https://proyectoinventario.org/resultados-elecciones-parlamento-cuba-2023/.

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Transparencia Electoral. (2023). Abstención récord y datos incontrastables en las elecciones de Cuba. https://transparenciaelectoral.org/abstencion-record-y-datos-incontrastables-en-las-elecciones-de-cuba/.