FORO CUBANO Vol 5, No. 45 – TEMA: INSEGURIDAD ALIMENTARIA EN CUBA –
Desabastecimiento y vulnerabilidad, cuatros casos concretos
Por: Abraham Echeverría Díaz [1]
Junio 2022
Vistas
Tras la municipalización de la venta en las tiendas por pesos cubanos y la regulación de la compra de productos por cantidad y frecuencia, Bauta, como el resto de los municipios ajenos a La Habana, quedó en un estado de cuasi total desabastecimiento. Por su cercanía a la capital en el municipio artemiseño se ha generado una dinámica comercial paralela a la estatal que abastece, a precios que cuadruplican a los iniciales, con los insumos alimenticios que se priorizan para su venta en la capital y que se ofertan en el resto de las provincias en menor cantidad y frecuencia. Los “agentes de venta” de este mercado negro viajan a la capital para comprar en las tiendas en pesos cubanos, burlando las regulaciones de racionalización, y revenden en el cercano municipio bautense. Es así como, pagando precios exorbitantes y a diferencia de otros lugares, en Bauta se puede acceder a algunos productos que han desaparecido en la mayoría de los municipios de la provincia Artemisa.
“A partir de su puesta en vigor los consumidores podrán acceder al pollo, el aceite y el detergente a través de la libreta de abastecimientos, según la cantidad establecida por la composición del núcleo familiar y con la frecuencia que se indique por las autoridades municipales vinculadas a ese proceso, en coordinación con las cadenas de tiendas y teniendo en cuenta la disponibilidad durante el mes. Se priorizará el abasto de la capital y se hará extensivo al resto de las provincias del país en función de la disponibilidad de los productos (…)” (Gongora, 2020).
En cuanto a la Libreta de Abastecimiento, los bautenses viven pendientes de una repartición deficiente, inestable e inferior respecto a la capital, de los productos normados y por otro lado sus Mercados Agropecuarios quedan a merced de la escasa producción local, de esta forma el consumo queda multado por los vendedores particulares de productos agropecuarios (carretilleros y mercados particulares) que encarecen sus mercancías a causa del desabastecimiento, resultante de la concentración de la mayor parte de la producción agropecuaria artemiseña en los mercados capitalinos.
“Detalla el sitio web del Parlamento, que las acciones de control incluyeron visitas a mercados estatales y arrendados de la red comercial minorista de los municipios de Habana del Este, Playa, Plaza de la Revolución, Arroyo Naranjo, Boyeros y Habana Vieja, y a unidades productoras de las provincias de Artemisa y Mayabeque que los abastecen. (…) En diálogo posterior con productores de los municipios de Güira de Melena, Alquízar, Güines y Quivicán, los integrantes de la comisión parlamentaria analizaron los problemas encontrados en los mercados arrendados en la capital por sus respectivas cooperativas y también el abastecimiento a toda la red de comercialización, incluidos los establecimientos estatales” (Redacción de corresponsales, 2021).
La falta de insumos para estimular la producción nacional, la mala gestión de recursos económicos y agropecuarios, la desigual distribución de los recursos alimentarios existentes, el consiguiente desabastecimiento y la inflación (tendiente a una crisis de estanflación), han degradado de forma crítica el nivel medio de vida de la población cubana, incidiendo de forma especial en su alimentación. Al hacer un pequeño ejercicio de observación por las calles y puntos de venta de cualquier lugar de Cuba, se pueden recopilar cantidades impresionantes de testimonios que redundan sobre la alimentación como un problema irresuelto y en constante agudización. Tras la búsqueda de casos puntuales e ilustrativos de vulnerabilidad en medio de esta crisis de desabastecimiento, hemos llegado a cuatro testimonios concretos encontrados en Bauta, seguramente ilustrativos de gran parte de la población nacional.
Lisis María es una joven de 26 años que vive en “Las Margaritas”, un consejo popular perteneciente al municipio Bauta. Se mudó a este lugar hace solo dos meses, proveniente de la provincia Granma y vive con su esposo, su niña de siete años y su suegra. Tuvo que vender su casa en Granma y abandonar su trabajo para poder venir a La Habana y acompañar a su esposo de 31 años que padece de Artritis Generalizada y solo puede atenderse en La Capital. Actualmente no tiene trabajo y vive del retiro de su esposo que en esperan de una ayuda económica del Estado, prometida por los trabajadores sociales, no gana más de 1500 pesos al mes. Lisis está embarazada de seis meses, llegó al Hogar Materno de Bauta por padecer irregularidades en la presión arterial, pero en la revisión inicial de ingreso le detectaron un principio de anemia y una fuerte infección en los riñones y por esto permanece ingresada en este lugar.
Lisis y su familia se alimentan fundamentalmente por medio de la Libreta de Abastecimiento, los ingresos de su hogar no le permiten acceder a los precios del mercado negro y solo en algunos casos compra viandas o frijoles en los puntos particulares de venta de productos del agro. Por estar embarazada, le asignada una dieta especial de leche y pollo, pero nos cuenta que en el caso de Las Margaritas no se recibe leche desde enero y no han recibido pollo desde hace tres meses. De esta forma, los productos normados por la Libreta de Abastecimiento no representan ningún tipo de cobertura especial en la alimentación de Lisis. Su dieta se ha reducido a arroz, frijoles y algunas viandas.
“La entrega de leche en polvo a la población infantil menor de seis años, a las embarazadas con dietas médicas y a los niños con enfermedades crónicas es prioridad para el país y para el Grupo Empresarial de la Industria Agroalimentaria, y es por eso que se destinan todos los esfuerzos a que este producto se entregue con la mayor brevedad posible a los puntos de ventas minoristas. El problema con el abastecimiento de la leche en polvo ocurre desde septiembre del año pasado, como consecuencia de las dificultades con la importación de este producto, que radican, sobre todo, en la disponibilidad de financiamiento y de buques para hacer la travesía desde los lugares de importación, así como por el impacto del bloqueo impuesto por el Gobierno de EE. UU. Conscientes de la importancia de este alimento para el crecimiento de los niños, la Mayor de las Antillas compra la leche en polvo donde se le presenta la oportunidad, siempre en función del financiamiento que disponga el país, explicó el directivo” (Martínez Rodríguez, 2022).
Lisis llegó al Hogar Materno por una subida de presión que puso en riesgo su embarazo. Días antes de su llegada al punto de salud de Las Margaritas había sufrido varios descensos de azúcar llegando a tener varios desmayos. Ella se reconoce en una situación alimentaria crítica, no cree estarse alimentando bien y según nos dice, no sabe que más va a hacer para poder llevar su embarazo de mejor manera. En algunas ocasiones trabaja en un campo de habichuelas para recibir como pago dos libras de habichuela por cinco horas de trabajo, buscando llenar con esta hortaliza la falta de vitaminas y proteínas de su dieta. Lisis nos confiesa que sufre de depresión por su situación familiar y en particular por verse incapaz de “atenderse su barriga”.
Estando en el hogar materno conocimos a Amalia, una mujer de 36 años que vive en “Playa Baracoa”, un consejo popular costero perteneciente al municipio Bauta. Amalia esta embarazada de 5 meses y es convaleciente del COVID-19 y como secuela de su padecimiento, ha quedado con las defensas muy bajas y una fuerte infección en los riñones, razones por las cuales se encuentra ingresada.
Amalia nos cuenta que ha logrado una estabilidad económica, gracias a remesas familiares que recibe del exterior, que le permiten alimentarse bien en periodos precisos de crisis como el que atraviesa ahora. Ella y su esposo buscan garantizar un mínimo de alimentación regular y de calidad en su hogar, por esto ella abandonó su condición de ama de casa para aumentar sus ingresos y poder afrontar el desabastecimiento y los precios del mercado negro, con un matiz especial por su condición de embarazada. A pesar de sus esfuerzos, Amalia no siente que su alimentación sea efectiva, -solo logro comer picadillo y pollo, a veces encuentro pescado y leche, pero son muy caros y tengo alimentar también a mi hijo. Me siento en un estado especial de vulnerabilidad solo por ser embarazada. Las condiciones de alimentación que permite un salario estándar no son suficiente para que una persona se alimente correctamente y e un estado como el mío uno necesita más atenciones. En Cuba todos somos vulnerables, estamos todos desnutridos, pero las embarazadas especialmente porque ni siquiera estando dispuesto a pagar los precios del mercado negro encuentras cómo alimentarte correctamente. Yo me siento débil hace 5 meses.
“Es falso que las dietas médicas vayan a eliminarse, dijo la ministra del Comercio Interior (MINCIN), Betsy Díaz Velázquez, al desmentir el rumor generado por el atraso en la entrega de los alimentos que componen este beneficio social subvencionado por el Estado cubano. En declaraciones a la ACN, aclaró que problemas con el embarque desde los puertos de origen, de productos como el pollo y el arroz, así como en la importación de leche en polvo, han impedido el arribo de estos en el tiempo previsto. Con respecto a la leche en polvo, especificó que el déficit de las importaciones afecta, desde septiembre, a Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, La Habana y Pinar del Río. El resto de las provincias se ha cubierto con la producción de leche fluida” (Redacción digital, 2021).
En el caso de Playa Baracoa las embarazadas han recibido la leche fluida dos veces por semana y pollo en meses alternos, mientras la carne de res solo ha llegado dos libras en los últimos 5 meses. Amalia siente que no esta llevando un buen embarazo, esta muy preocupada por la salud del hijo que se gesta en su vientre, no solo por su padecimiento de COVID-19 sino, por su incapacidad de alimentarse correctamente. Gracias al apoyo de sus familiares en el extranjero y al esfuerzo de su esposo, ha logrado tener algunos momentos de regularidad alimentaria, sobre todo para recuperarse de algunos momentos críticos como: anemia a los 2 meses de embarazo y una descompensación del azúcar a los 4 meses de embarazo. Ella no considera tener acceso a una dieta balanceada acorde con su estado de salud, pero siente que logra periodos esporádicos de estabilidad. En estos momentos tiene acceso a carnes rojas como caballo y caguama, leche, frutas y vegetales abundantes y algunos suplementos vitamínicos especiales apara llevar el embarazo, pero prevé que esto le alcanzará para más de dos semanas. Amalia nos dice que, vive en un estado permanente de ansiedad pues nota que a pesar de que se está esforzando más de lo que considera permisible en su estado, no logra alcanzar las condiciones mínimas que cree necesarias y por otro lado debe ocuparse de alimentar a su hijo de 7 años.
Buscando otros casos ilustrativos de vulnerabilidad encontramos a Félix, un señor de 81 años que vive junto a su hija y su yerno. Félix padece de Diabetes e Hipertensión desde hace más de 10 años. Esto implica una deficiencia crónica en la manera de metabolizar el azúcar y una desregulación de la presión arterial de su sistema cardiovascular, la combinación de ambos padecimientos trae consigo un aumento considerable del riego a padecer accidentes cardiovasculares, significando incluso un riesgo para la vida. La forma de enfrentar estos padecimientos y palear sus agresivos efectos sobre la salud es por medio de una estricta dieta que aporte suficientes, vitaminas y azúcares naturales, evitando los excesos de grasas y azúcares. (Frutas, Vegetales, cereales integrales, legumbres, productos lácteos bajos en grasa como leche y quesos, carnes blancas…) Pero en este momento Félix se alimenta exclusivamente por medio del menú de la “Casa de Abuelos” de Bauta y de un pequeño apoyo de su hija que, al menos dos veces por semana cocina especialmente para cuidar su estado de salud. Ciertamente los alimentos que le brinda la “Casa de Abuelos” no le son suficientes y la ayuda que recibe de su hija tampoco alcanza para satisfacer sus necesidades, pero aun así nos comenta que, dentro de las condiciones en las que vive logra mantener una estabilidad mínima de su presión arterial y de sus niveles de azúcar en sangre. Lo anterior no implica que tenga un estado de salud ni siquiera cercano a lo optimo, de hecho, generalmente vive al límite de los indicadores mínimos de estabilidad para ambos padecimientos. Félix nos comenta que tuvo una vida activa y cree que eso le es beneficioso para sobrellevar su falta de alimentación.
La Diabetes está incluida dentro de los padecimientos que requieren una dieta especial, por lo cual los que la padecen reciben productos adicionales en la regulación alimentaria que establece la Libera de Abastecimiento. Esto incluye una dieta de pollo mensual y un kilogramo de leche en polvo especial a la semana. Pero la actual crisis económica y alimentaria de Cuba ha traído como consecuencia que muchas de las dietas especiales sean afectadas al punto de ser casi inexistentes. En el caso de Bauta los diabéticos no reciben leche desde octubre del año pasado y el pollo llega solo meses alternos. De esta forma, los productos normados por la Libreta de Abastecimiento no representan ningún tipo de cobertura especia en la alimentación de Félix.
Félix no se reconoce en un estado crítico, pues sus indicadores de salud siguen marcando el rango de estabilidad, aunque sea con los valores mínimos. Pero, por otro lado, reconoce que mantener este estilo de vida, rasante al mínimo necesario, le ha perjudicado y siente que necesita mejorar su dieta. Estas condiciones de desabastecimiento y encarecimiento del mercado negro afectan a Félix de forma importantes, pues ve su vida en riesgo constantemente sin poder hacer nada para asegurarla. Hace un año padece de insomnio y está necesitando atender su hipertensión de manera especial por vías farmacológicas, a causa de la impotencia que siente con todo, según nos cuenta.
En el Hogar de Ancianos conocimos también a Sonia, señora de 76 años que vive en Bauta, con su esposo de 78 años. A Sonia le fue diagnosticada hace seis años una Neuropatía Periférica, esta enfermedad consiste en una deficiencia en la producción de vitaminas del complejo B (B1, B6, B12). Los síntomas de este padecimiento son dolores en las extremidades que imposibilitan su correcto desarrollo motor, fatigas, sudoraciones, poca resistencia a grandes esfuerzos, entre otras limitaciones frente al ejercicio físico y la manera de enfrentar este padecimiento es por medio de la aportación al organismo de las vitaminas que no produce, por vía farmacéutica o, preferiblemente, por medio de una alimentación basada en productos ricos en dichas vitaminas.
En este momento Sonia se alimenta exclusivamente por medio de la oferta de la “Casa de Abuelos” de Bauta. En este lugar (cuyos servicios le ocupan el 80 % de su retiro) buscan brindar a los abuelos un servicio balanceado de alimentación ciertamente abarcador para mi sorpresa. Los abuelos consumen leche tres veces al día, carne de res al menos dos veces al mes y carne de pollo y huevo al menos una vez por semana. Aquí desayunan, tienen tres meriendas, almuerzan y llevan comida cocinada para cenar en sus casas. Pero a pesar de lo anterior las porciones y la estabilidad de los alimentos disponibles no logran ser suficiente para influir considerablemente en la salud de los ancianos que dependen de estos lugares para su nutrición. Sonia padece también de anemia y su estado actual de salud es bastante delicado. Sus padecimientos y su edad se suman al desabastecimiento de su pueblo, para dar lugar a una situación verdaderamente crítica que no le permite influir en la mejora de su estado de salud.
La Neuropatía Periférica no está incluida dentro de los padecimientos que incluyen una dieta especial por medio de la Libreta de Abastecimiento, los que la padecen reciben iguales productos y porciones que el resto de la población. De esta forma, los productos normados por la Libreta de Abastecimiento no representan ningún respaldo en la alimentación de Sonia que, nos confiesa, espera lo peor de su estado de salud. Sonia se reconoce en un estado crítico, pues no solo tiene una dieta completamente desbalanceada y deficiente para tratarse de una anciana en su estado de salud, sino que no tiene manera de cambiar esa realidad. Esto la ha llevado al punto de padecer crisis de ansiedad tratadas de forma especializada con seguimiento siquiátrico.
Estos cuatro casos puntuales exponen ejemplos concretos de las consecuencias del desabastecimiento y la mala gestión de los recursos alimenticios al día de hoy. En todos los casos, teniendo en cuenta las diferencias de edad, nivel adquisitivo y condiciones de salud, el desabastecimiento y el encarecimiento del mercado negro que esto genera, supone una pesada carga que puede llegar a ser nociva en condiciones de vulnerabilidad. De igual manera la disfuncionalidad de las dietas o “condiciones especiales de abastecimiento” generan una situación especial de crisis pues, muchos de los productos necesarios para palear ciertos padecimientos se encuentran racionalizados del mercado de libre acceso y al no estar disponibles tampoco en las bodegas, obliga a los necesitados a acudir al mercado negro o a asumir una carencia irremediable y las consecuencias que esto trae para su salud. La desigual distribución de los recursos alimenticios entre La Habana y el resto de las provincias del país, radicaliza la crisis, generaliza la vulnerabilidad alimentaria como estado natural y transforma las circunstancias que ya suponían vulnerabilidad en casos críticos de desatención llegando a estar en riesgo sus vidas.
Referencias
Góngora, Luis carlos, 31 agosto 2020. La Habana extiende venta controlada de productos de alta demanda. Cubadebate. http://www.cubadebate.cu/noticias/2021/08/31/la-habana-extiende-venta-controlada-de-productos-de-alta-demanda/amp/
Redacción de Corresponsales, 10 marzo 2021. Evalúan diputados sistema de abastecimiento de productos agropecuarios en La Habana. Granma. https://www.granma.cu/cuba/2021-03-10/evaluan-diputados-sistema-de-abastecimiento-de-productos-agropecuarios-en-la-habana
Martínez Rodríguez, Maby, 10 de febrero de 2022. No cesan los esfuerzos para garantizar la leche en polvo para los más vulnerables. Granma. https://www.granma.cu/cuba/2022-02-10/no-cesan-los-esfuerzos-por-garantizar-la-leche-en-polvo-para-los-mas-vulnerables-10-02-2022-22-02-36
Redacción Digital, 29 de octubre 2021. Aun en medio de las adversidades no se van a suprimir las dietas médicas. Granma. https://www.granma.cu/cuba/2021-10-29/aun-en-medio-de-las-adversidades-no-se-van-a-suprimir-las-dietas-medicas-29-10-2021-20-10-04
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[1] Investigador, Food Monitor Program