Aborda la influencia del socialismo en el ámbito deportivo a partir de casos europeos y latinoamericanos, dejando en evidencia el carácter del deportista como un instrumento para generar identidad nacional, por encima de sus motivaciones personales.

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“Nuestra Revolución ha establecido el principio de que el deporte es un derecho del pueblo, a lo cual podríamos añadir que el deporte es también un deber del pueblo"

       Fidel Castro

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Cuando se piensa en socialismo o se habla de este, se piensa generalmente en la afectación que ha tenido en los países cuyos líderes pregonan esta ideología o que directamente se encuentran bajo regímenes que se identifican bajo estas banderas. Esa afectación se muestra, generalmente, en los aspectos políticos, económicos y sociales, pero, un aspecto al cual no se le da una importancia o que se considera poco relevante dentro de una sociedad es el relacionado con el ámbito deportivo, que va relacionado con lo social y que es un muy buen ejemplo para evidenciar la injerencia de gran magnitud que tiene una ideología o un régimen en algo poco tratado como lo es la actividad física dentro de estos Estados denominados socialistas. Igualmente, la significación que le dan estos regímenes al deporte pasa desapercibida, hasta el punto de que, como son países que no compiten en deportes como el fútbol, se les considera que no tienen potencial deportivo.

 

Por la anterior razón, es pertinente hacer un recuento de literatura que proponga un análisis entre estos dos campos: la ideología y el deporte. Tomando como punto de partida la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), pues ha sido a través de la historia, el principal exponente del socialismo. Para luego, pasar a sus pares ideológicos dentro de la misma Europa y posteriormente, casos que se hallan en otras latitudes como América Latina, donde se encuentran exponentes del socialismo de larga data como Cuba u otros que han ido tomando mucha mayor relevancia dentro de la región hasta la actualidad como es el caso de Venezuela.

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Casos europeos: La URSS y la RDA

 

Ahora bien, cuando se analiza la relación entre deporte y socialismo se puede acudir a varios análisis realizados en países socialistas. Tales análisis se centran sobretodo en los países europeos como lo hace Ibarrola (2018), cuando hace un recorrido de la trayectoria del deporte durante los primeros años de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en donde no se puede entender ningún aspecto de la vida del soviético, al margen de la situación de guerra civil que se estaba viviendo en la época, entre esos aspectos, se encontraba el deporte. Una actividad deportiva a la cual se le daría significación como un elemento aglomerante para la sociedad soviética, donde se obligaba desde jóvenes a las personas a practicar gimnasia, y todo esto bajo la intensión de preparar a los ciudadanos en dos aspectos: para que se fueran haciendo a la idea desde jóvenes de que iban a trabajar y así prepararlos para hacer parte de esos defensores del poder soviético, en este caso haciendo parte del ejército en el futuro (Riordan, 1976 como se citó en Ibarrola, 2018). Lo anterior, empieza a demostrar ciertos visos bélicos o más que todo una lógica de que el ciudadano o el obrero promedio junto con su descendencia, eran defensores de la patria incluso en la realización de las competencias deportivas.

 

Otro ejemplo de análisis de esta relación que se busca proponer o dar mayor relevancia, proviene del estudio de Inclán (n.f) con base en la República Democrática Alemana (RDA) con una perspectiva diferente a la anterior porque demuestra la manera cómo la Alemania afín a la URSS tuvo que buscar otro ámbito para competir a nivel internacional con la República Federal Alemana (RFA) que tenía mayor relevancia en temas de índole política y económica. Es por este motivo que la RDA tuvo que acudir al deporte como ese medio para mostrarse a nivel mundial. Paralelamente, Inclán (n.f) aporta un nuevo punto de vista en esta correlación deporte- socialismo, porque evidencia la forma cómo, dentro de la Alemania socialista, se pretendía tener éxito deportivo a través de deportes diferentes al fútbol ya que este último se consideraba el deporte capitalista por excelencia. Producto de esta decisión se empezaron a implementar programas deportivos con la intención de crear una identidad nacional fuerte con el propósito de hacer ver a la RDA como un país superior es lo físico y en lo moral a su contraparte capitalista. En resumen, lo que se halla con el caso alemán es que el deporte es un elemento para crear esa identidad nacional y eso se liga a implantar valores en los ciudadanos que los hagan sentir orgullosos de su Estado, en este caso, socialista.

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Casos latinoamericanos: Cuba y Venezuela

 

Latinoamérica fue uno de los escenarios de las confrontaciones indirectas que tuvieron los dos grandes hegemones durante el periodo comprendido como la Guerra Fría. Este suceso llevó a que se establecieran zonas de influencia, al igual que a la interferencia de manera directa o indirecta en diferentes asuntos de los países protagonistas o que podían tomar alguna relevancia en es período, ya sea por su posición geográfica o por afinidades ideológicas.

 

Lo anterior se relaciona con el caso cubano, con la Revolución que llegó en el año 1959 y que, hasta nuestros días continua en el poder con diferentes rostros, pero bajo los mismos lineamientos implantados desde la llegada de Fidel Castro al poder. Para el caso cubano se puede ver que una de las primeras instituciones que implantó la Revolución fue el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER) hacía el año 1961. Este ente, desde su creación ha abogado en Cuba por la promoción del deporte, siendo la entidad que lidera y gestiona todo lo relacionado con deporte o actividad física dentro de la Isla. Simultáneamente, el INDER ha sido el impulsador de iniciativas que el mismo Castro proponía desde su llegada, un ejemplo de ello, es que la actividad física debía ser obligatoria y que debía llegar a todos los ciudadanos y así, se establecería como derecho. Posteriormente, esa concepción del “deporte para todos” venía acompañada de una no profesionalización del deporte en Cuba, es decir que los deportistas cubanos solo pueden llegar hasta cierto nivel amateur porque el hecho de profesionalizarlos sería volverlos instrumentos del capitalismo y desde ahí lo máximo que pueden aspirar es a representar a la isla en competencias internacionales.

 

Se llega a pensar que, por la ausencia de profesionalización, no deben ser de calidad los deportistas cubanos, sin embargo, lo que se muestra es totalmente lo contrario, porque el soft power cubano se basa también en el deporte. Para el año 2019, Cuba se encontraba en el puesto 16 del medallero histórico de los Juegos Olímpicos, con 77 medallas de oro, 69 medallas de plata y 74 medallas de bronce (Telesur, 2019). Entonces, viendo al caso cubano se agrega la no profesionalización del deporte que no estaba presente en la RDA ni es la URSS.

 

Por último, el caso venezolano, es estudiado por Mejía (2012) cuando analiza la política pública deportiva llevada a cabo por Hugo Chávez en el año 2007 la cual se llamó “Sistema deportivo socialista”, consistía en que las actividades físicas, recreativas y deportivas eran una fuerza cultural, social y política que puede aportar para avanzar hacia el socialismo. Esto se logra con una inversión del Estado de gran envergadura, generar nuevos valores deportivos como el amor al prójimo, la corresponsabilidad moral porque hay una responsabilidad colectiva con la sociedad, ser social colectivo que solo se puede realizar en los otros seres humanos; y una búsqueda de la felicidad social porque el fin último del socialismo es la felicidad para todos de forma incluyente con movimientos sociales junto con organizaciones de ciudadanos.

 

Viendo el modelo venezolano, lo que se pretende es formar al individuo en pro del colectivo, buscando generar esa felicidad en los demás dejando de lado el egoísmo. Igualmente, este sistema se rige en gran medida por ciertos valores que buscan la realización personal dentro del beneficio común con la realización de la actividad física y el deporte.

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Conclusiones

 

En resumen, se puede resaltar que, para el socialismo, el deportista es un “soldado” o un instrumento que sirve para generar una identidad nacional más fuerte. Igualmente, los países socialistas se especializan en otros deportes o les dan más importancia a otras competencias porque se considera que hay competencias o actividades deportivas que solo son dominadas por los capitalistas del mundo que ven al competidor como una mercancía bajo esa misma lógica capitalista. Paralelamente, la persona que realiza actividad física se está preparando o está cuidando su cuerpo para estar al servicio del colectivo y no para su beneficio o ganancia individual porque de fondo lo que se quiere es estar orgulloso de su país, más no del logro individual. También, es pertinente tener en cuenta que para estos regímenes es muy importante la cuestión de los valores que guían la actividad deportiva, pues estos deben ser el norte de la persona que compite. Para terminar, sería interesante para próximas investigaciones ahondar en temas como la situación de las mujeres en el deporte en regímenes socialistas y plantear si hay alguna diferencia en términos de las deportistas.

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Referencias

 

Altuve, E. (2012). Socialismo del Siglo XXI: ¿Sistema Deportivo Socialista o Sistema Socialista de Juego, Educación Física, Deporte y Recreación, no excluyente, soberano y promotor de la Integración Latinoamericana y Caribeña? Revista Motricidad y Persona: serie de estudios. 11, 12-23.

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Ibarrola, D. (2018). Reflexiones acerca del deporte soviético: De la revolución a la adaptación a Occidente. Revista lúdicamente. 7(14).

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Inclán, R. (s. f.). El deporte al servicio del ideal socialista en la RDA.

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Telesur. (2019). El rol de Fidel en los triunfos del deporte en Cuba. Recuperado de:  https://www.telesurtv.net/news/fidel-legado-deporte-cuba-20190812-0048.html

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