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FORO CUBANO Vol 4, No. 29 – TEMA: EDUCACIÓN Y FORMACIÓN DE CAPIRTAL HUMANO–

La Autoselección de los Emigrantes Cubanos a Estados Unidos atendiendo al Nivel de Educación: Evidencias a partir del uso de un Modelo de Elección Binaria

Por: Aleida Cobas Valdéz, Ana Fernández Sainz, Javier Fernández Macho, Enrique S. Pumar[1]

Febrero 2021

Vistas

Los autores analizan la autoselección de los emigrantes cubanos a Estados Unidos a partir de diferentes características socioeconómicas, esto, mediante un modelo logit binario que permite explicar la elección del individuo ante la emigración.

  1. Introducción

 

Según Borjas (2003) la distribución de las habilidades de las personas emigrantes afecta la estructura de salarios en el país de acogida y en el país de origen y esta distribución de habilidades está, a su vez, condicionada por la no aleatoriedad de la selección para emigrar, lo que en la literatura económica y de migración, se conoce como la “autoselección”.  La autoselección de los emigrantes es un tema controvertido en la literatura sobre migración debido a las diferencias en los resultados, dependiendo de los métodos de estimación utilizados y a las variables tenidas en cuenta. El problema de la autoselección significa que los individuos eligen el mercado donde tienen mejores expectativas, es decir, los agentes (que se suponen racionales) optimizan su decisión a la hora de participar en los diferentes mercados, ya sean de trabajo, educación o migración (Hotz, 2011).

Roy (1951) fue el primero en abordar el problema de la autoselección y Borjas (1991) utilizando el modelo de Roy (1951), analizó el proceso de autoselección a la hora de emigrar y propuso que existen variables socioeconómicas observables y no observables que influyen en la probabilidad de emigrar. La autoselección de los emigrantes tiene consecuencias tanto sociales como políticas para el país de acogida y para el país de origen, dependiendo de la naturaleza de esa autoselección (Kauppinen et al, 2020). Dentro de la autoselección de los emigrantes, un papel fundamental lo juega el nivel de educación y las diferencias del rendimiento de la misma sobre el salario, en el país de origen y de acogida.

Borjas (1987) mostró que, en situaciones en las que el rendimiento de las habilidades de los individuos resulta ser superior en el país de origen que en el país de destino, son los individuos con menos habilidades los más motivados a emigrar, lo que se conoce como “autoselección negativa”. Sucede lo contrario, cuando las habilidades de los individuos consiguen mayor rendimiento en el país de destino, ocurriendo lo que se conoce como “autoselección positiva”.

De acuerdo con datos facilitados por Pew Research Center (2017), cerca del 16% de los inmigrantes de origen hispano en Estados Unidos poseen un grado universitario, mientras los cubanos alcanzan el 27%. Comparándoles con los mexicanos, que es el grupo de inmigrantes hispanos más numeroso en Estados Unidos, sólo un 7% de éstos últimos poseen el mismo nivel de educación.

Con este artículo, queremos presentar evidencias que avalan el proceso de “autoselección positiva” que se produce entre los cubanos que emigran a Estados Unidos de acuerdo a su nivel de educación, lo que significa que tienen una mayor probabilidad de emigrar aquellos individuos con un nivel de educación por encima de la media de los individuos que deciden no emigrar. Para ello, se ha especificado y estimado un modelo logit binario para analizar la influencia de variables observables, incluido el nivel de educación, en la probabilidad de emigrar.

Los datos utilizados en este artículo han sido obtenidos de una muestra aleatoria del 1% del Censo de Población y Vivienda de Estados Unidos en el año 2010, facilitada por IPUMS (2010). Dentro de estos datos sólo hemos tenido en cuenta a los individuos que emigraron a Estados Unidos con 17 años o más, con el fin de evitar la presencia en la muestra de personas que hayan completado su formación en Estados Unidos (Lowell et al., 2008). Además, sólo se han considerado individuos con menos de 50 años, pues el grupo de edad comprendida entre 16 y 49 años es el que más emigra por razones económicas (Bertoli et al., 2010).

La muestra de cubanos residentes en Estados Unidos se ha completado con la muestra de cubanos residentes en Cuba, obtenida a través de IPUMS International (2011) y que corresponde a una muestra aleatoria del 10% del Censo de Población y Vivienda de Cuba del año 2002[2]. Al igual que en la muestra de cubanos en Estados Unidos, se han considerado únicamente a los individuos con edad comprendida entre los 17 y los 49 años. En ambas muestras, sólo se han tenido en cuenta a los individuos que se encontraban trabajando en el momento del Censo. Así tenemos para los cubanos en Estados Unidos un total de 12.176 observaciones y para los cubanos en Cuba un total de 81.641 observaciones.

La Tabla 1 describe las características básicas de la muestra utilizada.  El grupo de edad que más se observa en Cuba es el de los individuos que tienen entre 33 y 40 años (el 34,7% de la muestra), mientras que en Estados Unidos es el de los individuos que tiene entre 41 y 49 años (el 43,2% de la muestra). La proporción de cubanos en Cuba con edades entre los 17 y los 24 años es 3 veces superior a la proporción de cubanos en Estados Unidos en este tramo de edad. 

En el caso de los cubanos en Estados Unidos el 50% de los individuos tiene 39 años o menos, siendo la edad media ligeramente más alta que la media de edad de cubanos en Cuba al ser de 38 años. Este dato está en consonancia con el ofrecido por el U.S. Census Bureau (2010), según el cual la edad media de la población de origen cubano en Estados Unidos es de 40 años. Son, por tanto, más jóvenes los cubanos que no emigran.

Figura 1. Diagrama de caja de la Edad.

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Fuente: Elaboración propia.

En relación al nivel de educación, entre los cubanos que han emigrado a Estados Unidos es mayor el porcentaje de individuos que poseen más de 12 años de educación (41%). En Cuba, este grupo representa el 15% de los individuos, es decir, la proporción de cubanos con estudios superiores en Estados Unidos, es casi 3 veces superior a la proporción de personas con el mismo nivel de estudios en Cuba, hecho que parece indicar que son los individuos con más años de educación, los que más emigran.

Por otro lado, únicamente el 4% de los cubanos en Estados Unidos poseen menos de 9 años de educación, lo que sería un indicio de que este grupo de individuos no encuentra incentivos para emigrar hacia Estados Unidos debido a que, posiblemente, no son bien valorados en el mercado laboral norteamericano.

En ambas muestras, el grupo más numeroso es el de los individuos que poseen entre 9 y 12 años de educación. Un 76% de los residentes en Cuba han obtenido este nivel de educación mientras que los cubanos en Estados Unidos con este nivel de educación representan el 55% de la muestra. La media de años de estudio de los cubanos residentes en Estados Unidos es de 12,91 años, mientras que en el caso de los residentes en Cuba la media es de 11,15 años.

Figura 2. Histograma de años de educación.

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Fuente: Elaboración propia.

En cuanto a la categoría profesional, el mayor porcentaje de individuos desempeñan puestos agrupados en la Categoría 3 (Obreros Cualificados). En Cuba éstos representan el 65% de las observaciones, mientras que en Estados Unidos representan el 67% de la muestra. En la Categoría 2 (Técnicos de Nivel Medio) la proporción en Cuba es 2,35 veces superior a la proporción de individuos en esta categoría en los Estados Unidos.  En la Categoría 1 (Universitarios-Directivos-Ejecutivos) el porcentaje de individuos en la muestra de Estados Unidos es de un 26% mientras que en la muestra de Cuba representan el 20%.

Tabla 1. Descripción de la Muestra

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Fuente: Elaboración propia con base en datos del U.S Census of Population and Housing 2010 y el Censo de Población y Vivienda de Cuba 2002, bases de datos facilitadas por IPUMS e IPUMS International.

Resultados Empíricos

Con la finalidad de estudiar la autoselección de los cubanos que emigran a Estados Unidos, vamos a estimar un modelo logit binario para calcular la probabilidad de emigrar. Este es un modelo de regresión, en el cual la variable dependiente sólo puede tomar el valor 0 o 1, siendo en este caso la probabilidad de emigrar. Con la estimación de este modelo analizaremos el impacto de las variables edad, años de educación y categoría profesional en la probabilidad de emigrar y en específico, estudiando el impacto del nivel de educación podremos concluir qué tipo de autoselección (si positiva o negativa) se está produciendo en cuanto al nivel de educación.

En la Tabla 2, se describen las variables utilizadas en la estimación del modelo logit binario. A partir de la estimación del modelo, podemos afirmar que los individuos con mayor nivel de estudios tienen mayor probabilidad de emigrar. De mantenerse constantes el resto de variables, la probabilidad de emigrar de un individuo que posee entre 9 y 12 años de educación estaría multiplicada por 0.165, mientras que la probabilidad de emigrar de un individuo con menos de 9 años de educación estaría multiplicada por 0.067. La disminución de la probabilidad de emigrar es mayor, cuanto menos años de estudio posea el individuo.

Si en el modelo sólo tuviésemos en cuenta el nivel de educación, la posibilidad u oportunidad de emigrar de un individuo con 13 años de educación o más será 6,06 veces superior a la de un individuo que tiene entre 9 y 12 años de educación y 14,93 veces superior a la de un individuo con 8 o menos años de educación.

Tabla 2. Variables en el modelo

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Fuente: Elaboración propia.

En el gráfico 3 se muestra cómo aumenta la probabilidad de emigrar a medida que se incrementa el nivel de educación, manteniéndose constantes el resto de variables. Como era de esperar, el valor más alto para la probabilidad de emigrar se alcanza cuando el individuo posee 13 años o más de educación. Estos individuos poseen un nivel de estudios está por encima de la media de estudios de la muestra de cubanos en Cuba, que es de 11,15 años.

De acuerdo a los resultados obtenidos con la estimación máximo verosímil del modelo logit binario, los cubanos se “autoseleccionan positivamente” en cuanto al nivel de educación para emigrar a los Estados Unidos. La emigración de los individuos mejor formados repercute de forma negativa sobre los países emisores, una vez que resulta irrecuperable la inversión realizada en la educación de estas personas (Didou, 2009). Otros autores afirman que la emigración de los individuos más capacitados repercute de forma positiva en el país de origen a través de las remesas o las inversiones que pueden realizar los emigrados (Durand et al, 2001).

Figura 3. Probabilidad de migración prevista y años de estudio.

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Fuente: Elaboración propia.

 

Con respecto a la edad, si en el modelo sólo tuviésemos en cuenta esta variable, la oportunidad de emigrar de un individuo con edad comprendida entre los 41 y 49 años es 1,59 veces superior a la de un individuo con edad comprendida entre los 33 y los 40 años, 2,73 veces superior que la de un individuo con edad comprendida entre los 25 y los 32 años y 3,94 veces superior a la de un individuo menor de 25 años. Este resultado está en consonancia con el análisis descriptivo que hemos hecho de los datos, pues obtuvimos que los cubanos que han emigrado a Estados Unidos son menos jóvenes que los cubanos que han permanecido en Cuba.

 

Los individuos con categoría profesional de Obreros Cualificados tienen una oportunidad de emigrar que es 3,04 veces superior a la de los individuos con categoría de Técnicos de Nivel Medio y 2,95 veces superior a la de los individuos de la categoría de Universitarios-Directivos-Ejecutivos.

Conclusiones

En este artículo se ha analizado la autoselección de los emigrantes cubanos a Estados Unidos en relación a las principales características socioeconómicas observables: edad, género, categoría profesional y nivel de educación. Para ello hemos utilizado muestras del Censo de Población y Vivienda de Estados Unidos (2010) y del Censo de Población y Vivienda de Cuba (2002). En ambas muestras se han considerado sólo a individuos que trabajan y con edades comprendidas entre los 17 y los 49 años.

 

Para el análisis hemos propuesto un modelo logit binario que permite explicar la elección del individuo, ante la emigración, en función de las variables consideradas. Como principal conclusión de la estimación máximo verosímil del modelo logit binario, se obtiene que los cubanos se autoseleccionan de forma positiva en cuanto al nivel de educación para emigrar a Estados Unidos lo que significa que emigran los más preparados, aquellos que tienen años de estudio por encima de la media de la distribución de años de estudio en Cuba.

 

Hay que tener en cuenta que el problema de la autoselección positiva en educación podría traer consecuencias negativas para Cuba no sólo en cuanto a la no recuperación de la inversión en educación realizada sino también, y la más importante, en cuanto a la pérdida de capital humano. En cuanto a la edad emigran más los menos jóvenes, los que tienen una edad comprendida entre los 41 y los 49 años. Así mismo, contribuye más a la probabilidad de emigrar la categoría de Obreros Cualificados.

Referencias

Bertoli, S., Fernández-Huertas, J. y Ortega, F., 2010: “Crossing the Border: Self-Selection,  Earnings  and  Individual  Migration  Decisions”, Discussion paper series Nº4957, Econstor.

 

Borjas, G.J., 1987: “Self Selection and the Earnings of Immigrants”, American Economic Rewiew, vol. 77, núm. 4, pp. 531-553.

 

Borjas, G.J., 1991: “Immigration and Self-Selection”, en John M. Abowd y Richard B. Freeman, edits. , Immigration, Trade and the Labor Market, Chicago, University of Chicago Press.

 

Borjas, G.J., 2003. “The labor demand curve is downward sloping: reexamining the impact of immigration on the labor market”, Quarterly Journal of Economics, vol. 118(4), pp. 1335–74.

 

Didou, S., 2009: “¿Pérdida de cerebros y ganancia de saberes?: la movilidad internacional de recursos humanos altamente calificados en América latina y el Caribe”, en Sylvie Didou Aupetit y Etienne Gérard, edits., Fuga de cerebros, movilidad académica, redes científicas. Perspectivas latinoamericanas. México D.F, Centro de Investigación y Estudios Avanzados. Instituto Politécnico Nacional, pp. 25-63.

 

Durand, J., Massey, D.S. y Zenteno, R.M., 2001: “Mexican Immigration in the United States: Continuities and Changes”, Latin American Research Review, vol. 36 núm 1, pp. 107-127.

 

Hotz, V. J., 2011: “The Roy Model of Self-Selection: Simple Case”, Topics in Labor Economics Duke University, en  

http://public.econ.duke.edu/~vjh3/e262p_07S/readings/Roy_Model_Simple_Case.pdf  

 

Integrated Public Use Microdata Series (IPUMS), 2010, en Steven Ruggles, J.;  Trent,A.; Genadek, K. ; Goeken R,; Schroeder M.B. and Sobek, M., Version 5.0 [Machine-readable database]. Minneapolis: University of Minnesota.

Integrated Public Use Microdata Series, International (IPUMS-International), 2011.  Version 6.1 [Machine-readable database]. Minnesota Population Center. Minneapolis: University of Minnesota.

 

Kauppinen, Ilpo; Nikolka, Till; Poutvaara, Panu ,2020. “Self-selection and Motivations of Emigrants from a Welfare State”, EconPol Policy Report, No. 19, ifo Institute -Leibniz Institute for Economic Research at the University of Munich, Munich.

 

Lowell, B.L., Pederzini, C. y Passel, J., 2008: “The Demography of Mexico/U.S. Migration”, en Agustín Escobar y Susan F. Martin, edits., Mexico-U.S Migration Management: A Binational Approach. Maryland, Lexington Books.

 

Roy, A.D., 1951: “Some Thoughts on the Distribution of Earnings”, Oxford Economics Papers, vol. 3, núm. 2, pp. 135-146.

 

U. S Census Bureau, 2010, “Geographical Mobility/Migration Main”, U.S Department of Commerce.

[1] (Department of Quantitative Method, University of the Basque Country, Spain and Sociology Department of Santa Clara University, USA)

[2] Sólo ha sido posible disponer del Censo de Población y Vivienda de Cuba del año 2002, por eso la diferencia en el tiempo entre ambas muestras.

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