FORO CUBANO Vol 5, No. 51 – TEMA: INSEGURIDAD ALIMENTARIA
La seguridad alimentaria cubana: un mito que recorrió Latinoamérica.
Vistas
Por: Jhon Bayron Bedoya Sandoval [1] y Jhodi Andrea Zuluaga Orozco [2].
Diciembre 2022
Cuando se habla de seguridad alimentaria en los países latinoamericanos, particularmente en Colombia, es normal escuchar la supuesta diferencia entre el modelo cubano y el nuestro, donde se afirma que en este segundo país, es prácticamente inexistente el hambre y la desnutrición, y que sus ciudadanos cuentan con altos estándares de salud.
Ahora bien, es importante reconocer que los mitos de las proezas sociales posteriores a la revolución cubana no son nuevos, de hecho, una vez en el mando, el régimen planteo la urgencia de hacerse ver ante el mundo como un exitoso modelo de derechos sociales y humanos, lo que implicaba visualizar un país con niveles de hambre mínimos y una alta calidad en los servicios de salud.
El mito tomo fuerza en el siglo pasado, y se esparció velozmente por el continente y el mundo, tanto así, que el modelo ha sido elogiado por distintas personalidades que parecieran no comprender el trasfondo de la realidad; sin embargo, frente a la poca presencia de datos externos a los del régimen, es difícil imaginar un proceso de contrastación de la información, lo que hace que el éxito del sistema de seguridad alimentario siga tomando fuerza a lo largo del continente.
Es importante indicar que la imagen exitosa, en relación a la cobertura alimentaria y de salud, ha venido cambiando en los últimos años, por ejemplo, Naciones Unidas, señalo en 2020 que Cuba hace parte de los países con mayor riesgo de seguridad alimentaria de Latinoamérica y el Caribe, situación que para la fecha se vio agravada por la pandemia (ADN Cuba, mayo de 2020).
A la inquietud anterior, se sumó la de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA), quienes indicaron en mayo de 2021 su preocupación respecto a la constante escases de alimentos en la isla, lo que afecta las condiciones favorables de vida y que se acrecentaron en el contexto del Covid-19.
Dentro de los aspectos que señala la CIDH y REDESCA, basado en los análisis realizados por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que acrecientan la situación se encuentran: el alto porcentaje de alimentos importados (70%), equivalente a aproximadamente el 50% de la canasta básica alimentaria mensual, la cual es subvencionada por el régimen; las dificultades técnicas en la producción agrícola, la carencia de servicios, los riesgos climáticos, la deficiencia tecnológica, los bajos niveles de productividad y las limitaciones de créditos (OEA, 2021).
Por otro lado, Theodor Friedrich, ex representante de la FAO en Cuba, indico en entrevista para Food Monitor Program que parte de los problemas de seguridad alimentaria que hoy presenta la isla, son también asociados a la pérdida de la cultura campesina, los pocos huertos familiares y el detrimento de los conocimientos campesinos, lo que fue consecuencia del modelo de producción aplicado en el país (Food Monitor Program, junio de 2020).
Algunos autores como Cruz (2020), han concluido que hasta la fecha de publicación de su artículo, la producción alimentaria en Cuba continuaba siendo ineficiente para cubrir el grueso de la población, y que si bien en la última década se han realizado cambios no han tenido el impacto requerido para satisfacer la demanda local y que se requiere un reordenamiento de los mercados locales para mejorar los accesos a los alimentos, indicando que existen los mecanismos para lograr el equilibrio, entre la producción nacional y los mercados.
Una mirada externa:
Mientras el panorama alimentario continua siendo una incertidumbre en Cuba; a través de sus medios oficiales y no oficiales, junto con portales web y sitios independientes asociados al régimen, moldean la realidad para no afectar su imagen interna y externa; sin embargo, a la par de estos hechos, y a pesar del acceso limitado a las redes sociales e internet, algunos activistas, académicos y personas del común elevan sus quejas al mundo y visibilizan la realidad que algunos aún hoy les cuesta creer.
Las consecuencias por realizar denuncias y protestas sociales en Cuba, han implicado a quienes las realizan sufrir detenciones arbitrarias y hostigamiento, el panorama no es distinto para los medios alternativos, pues sufren constantes bloqueos en sus sitios web y problemas logísticos para acceder efectivamente a internet.
Al realizar una reflexión, respecto a las formas en las que algunos académicos, instituciones y demás elementos de América Latina han abordado la seguridad alimentaria en Cuba, se puede indicar que existen dos vías: una, que cuenta con el apoyo del régimen, y ha sido la narrativa del modelo perfecto, donde los ciudadanos no presentan mayores problemas y cuentan con bajos niveles de desnutrición, situación que ha sido difundida con datos oficiales y que es difícil de contrastar.
Esta visión, no solo ha repercutido en los espacios académicos, sino sociales, por ejemplo, es normal que en la cotidianidad, las personas avalen esta visión, pues no han tenido acceso a las otras miradas de la historia, lo que evita que exista contrastación y afecta el derecho a la información.
Existe la otra perspectiva, que presenta menor aceptación y por consiguiente menor difusión, y es la que busca mayor claridad respecto a datos no oficiales que permitan contrastar el estado real de la seguridad alimentaria en la isla, los niveles de nutrición y la facilidad del acceso a los alimentos por parte de la población, este aspecto ha sido trabajado por personas al interior de la isla, aún con las consecuencias mencionadas anteriormente, y por académicos y organizaciones externas, en muchas de las cuales trabajan o colaboran exiliados que tienen amigos y familiares en Cuba.
El proceso de expresar esta otra realidad no es fácil, pues implica enfrentarse a un modelo en apariencia ya establecido y altamente defendido, pero su presentación permite la contrastación de la información y aumenta el acceso a distintas personas, no solo de Cuba sino del mundo, de una visión distinta al modelo que aparenta ser perfecto y el cual muchos hoy quieren emular.
Referencias.
ADN Cuba. (2020, mayo). En riesgo de inseguridad alimentaria cubanos y otros latinoamericanos, según la ONU. ADN Cuba. Recuperado el 22 de diciembre de 2022, de https://adncuba.com/noticias-de-cuba/actualidad/en-riesgo-de-inseguridad-alimentaria-cubanos-y-otros-latinoamericanos
Cruz, Betsy. (2020). Acceso a los alimentos en Cuba: prioridad, dificultades y reservas para mejorar. Economía y Desarrollo, 164(2), e4. Epub 26 de julio de 2020. Recuperado el 23 de diciembre de 2022, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0252-85842020000200004&lng=es&tlng=es.
Food Monitor Program. (2022, junio). El mito de la seguridad alimentaria en Cuba. Entrevista al Dr. Theodor Friedrich, ex representante de la FAO en Cuba. Programa Cuba. Recuperado el 23 de diciembre de 2022, de https://www.programacuba.com/el-mito-de-la-seguridad
OEA. (2021, mayo). La CIDH y su REDESCA expresan su preocupación por la persistente escasez de alimentos en Cuba. Recuperado el 24 de diciembre de 2022, de https://www.oas.org/es/cidh/jsForm/?File=/es/cidh/prensa/comunicados/2021/136.asp