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FORO CUBANO Vol 4, No. 34 – TEMA: TRAYECTORIAS PROFESIONALES DE PERIODISTAS INDEPENDIENTES CUBANOS–

Lo mío es hacer periodismo, lo demás es comunismo

Por: Ariel Maceo Tellez, entrevistado por Ted A. Henken
Julio 2021

Vistas

Mediante un proceso denominado ‘salir de la Matrix’, Ariel Maceo describe su acercamiento a la realidad de Cuba y al periodismo independiente. Desde su labor como reportero autodidacta y fotógrafo profesional expone su trayectoria y como las redes sociales han permitido potenciar su labor periodística.

Ariel Maceo Téllez (La Habana, 1986) no estudió periodismo, pero lo practica. No tenía las notas para optar por esa carrera, y la verdad en ese entonces no le interesaba mucho. Tomó una carrera universitaria, cualquiera para barajar y pasar un solo año de servicio en el ejército. Pero una vez que terminó su año de servicio militar, no empezó la carrera universitaria. Así que se puso a trabajar cuando tenía apenas 19 años.

 

Aunque entiende el ideal abstracto de practicar un periodismo neutral, que no cumpla con una agenda política, o una línea editorial específica, en la práctica el régimen empuja hacia el lado de la disidencia porque no acepta en ellos un criterio propio que no pueda controlar. “Una vez que narras, cuentas algo, das una noticia extra a cualquiera de los medios oficiales”, aclara Maceo, “usted se convierte en disidente”.

 

Por practicar periodismo ciudadano e independiente – primero como blogger en Havana Times y ahora como freelancer con ADN Cuba y Cuba Impacto – ha sufrido arrestos en la calle, ha estado desaparecido, le han ido a arrestar a su propia casa. Le han puesto vigilancia para que no salga. Ha estado muchas veces bajo interrogatorio. Le han amenazado con la cárcel, le han amenazado con su familia, le han intimidado. Y ahora mismo está regulado. No puede salir del país, aunque no ha sido procesado o encontrado culpable de ningún crimen. 

 

Además, como es un reportero autodidacta y fotógrafo ya conocido a las autoridades del país, andaba con mucha cautela durante las semanas después de las protestas masivas del 11 de julio. De hecho, el 13 de julio se las ingenió para responderme usando WhatsApp desde un punto Wi-Fi en un parque público cerca de Jaimanitas, el barrio habanero donde reside. Me advirtió:

 

“Tan pronto como la dictadura se reagrupe, nos van a empezar a cazar uno por uno. Tienen patrullas pasando por los parques con Wi-Fi en las noches para que nadie se conecte. De pinga, mi hermano. ¡De pinga! Por favor, no nos dejen solos”.

 

¿Cuál fue tu experiencia de los acontecimientos históricos en Cuba del día 11 de julio – manifestaciones antigubernamentales masivas y represión violenta policial seguidas por detenciones y condenas a los manifestantes – y durante los días y semanas después?

 

Todo fue repentino, yo estaba en la playa y mi novia de buenas a primeras me pasa el directo de lo que estaba sucediendo, de ahí fui directo a mi casa y me puse en contacto con mis amigos más cercanos porque sabía que cortarían el Internet. Vivo alejado del centro de la ciudad, habían quitado el transporte. Sobre las 4 habla Díaz-Canel y hace un llamado a la guerra civil, sabía que venía la violencia y los muertos, así ocurrió. Cortaron el Internet y seguí comunicándome por SMS. No salían las llamadas para fuera del país. Pura incertidumbre todo. Así que comencé a escribir. Al final, Jaimanitas no salió para la calle, la ola no llegó aquí, pero el malestar ya estaba arraigado.

 

Los días siguientes fueron más de lo que uno como activista y periodista ya está acostumbrado. Por eso operé sin contratiempos y sin el temor de que me ocurriera algo, porque de por sí, los activistas nos arriesgamos todos los días haciendo lo que hacemos, así que por esa parte seguí con normalidad. Más alerta eso sí, la represión fue muy dura.

 

¿Podrías describir tus orígenes familiares y sociales? ¿Qué trabajo o profesión practicaban tus padres y cuán “integrada” fue tu familia en el proceso revolucionario durante tu niñez?

 

Yo soy mestizo y crecí en una familia revolucionaria. Mi padre militar del Ministerio del Interior (MININT) y mi madre costurera. Mi padre tuvo 42 años de servicio distinguido y lo más decente que obtuvo fue nuestra casa, porque ni bicicleta tiene.

 

La niñez fue estrepitosa, porque crecí en Centro Habana que es uno de los barrios marginales de la capital, en mi cuadra sonaban los tiros. Luego le dieron casa a mi papá y nos mudamos a Jaimanitas. Mi familia siempre ha estado integrada a la revolución y son miembros del partido mis dos viejos.

 

¿Cuán “integrado/a” fuiste tu de joven/adolescente?

 

Yo no. Nunca estuve inmiscuido en asuntos de la revolución en la primaria o la secundaria, nunca formé parte de las juventudes comunistas, ni me lo exigieron en mi casa tampoco. Lo mío era jugar fútbol.

 

¿Cómo fueron tus experiencias educacionales hasta y durante el preuniversitario?

 

En el Pre fue igual, estuve becado y lejos de las actividades de la FEEN y esas cuestiones. Empecé a cogerle el gusto a la lectura así que me pasaba la noche en la biblioteca. La lectura me ayudó a salir de la Matrix.

 

¿En que trabajaste y cómo llegaste a practicar el periodismo sin estudiarlo?

 

Entré a trabajar en la Gerencia de Correo Internacional, estuve como 4 años. Esos 4 años los alterné con el fútbol, ya que jugué de manera oficial y tenía licencia deportiva para ir a entrenar y para jugar los partidos. Luego me liberaron los sábados porque entré a estudiar en la Onelio.

 

Llegué al periodismo a través de las redes sociales, ya conocía la obra de Carlos Alberto Montaner así que eso me embulló. También que cuando daba mis clases de literatura en el Centro Onelio coincidí en mi año con varios periodistas, entre ellos Mónica Baró. Mi curso fue el del 2010.

 

Así que todo eso me ayudó para acercarme al periodismo en el 2015. Mi primer artículo salió en Havana Times.

 

¿Podrías describirme tu trayectoria como periodista a través del tiempo? ¿Cuáles han sido los medios con que has publicado y como ha ido cambiando tus colaboraciones periodísticas?

 

Bueno algunos de los medios con los que he publicado son Habana Times, ADN Cuba, Árbol Invertido, Chiquilla te quiero, Hypermedia Magazine y Cuba Impacto.

 

¿Participaste en el fenómeno “blogger”?

 

No participé en el boom del fenómeno blogger, porque era más chiquito y no tenía computadora, pero si más adelante me abrí mi blog, y lo que más subía eran mis fotografías y mis poemas, nada de periodismo.

 

¿Has publicado en OnCuba, Progreso Semanal u otro medio similar durante tu trayectoria hacia el periodismo independiente?

 

No, nunca publiqué en ninguno de esos dos medios, pero sí me gustaba leer Progreso Semanal con bastante frecuencia.

 

Mirando atrás a tu propio desarrollo profesional y orientación política a lo largo de los años ¿Cómo ha ido transformándose este desarrollo y esta orientación y porqué? ¿Hubo un momento de ruptura o despertar o fue más un proceso lento y largo de distanciamiento e independencia? 

 

La verdad fue un proceso lento y largo, pero no duró tanto. Yo lo llamé “salir de la Matrix”. Siempre me hice cuestionamientos sobre porque Cuba no podía ser un país normal, un país como los de las películas. Me pregunté porqué yo no podía jugar al fútbol profesional en mi país y me pregunté porqué el presidente del país enseñaba en televisión a cómo usar una olla arrocera. Esto último me daba mucha vergüenza ajena.

 

Eso siempre me hacía cuestionarme como nos miraban la gente de otro país teniendo en cuenta que el presidente mismo hacia esas boberías en televisión.

Luego llegó el Internet y ahí se jodió todo. Descubrí en las redes sociales un espacio para comprender Cuba y de paso para denunciar las atrocidades con las que poco a poco iba chocando. La censura de mi poesía o mi fotografía aceleraron el proceso y me convertí sin saberlo, en activista. Así llegó mi independencia.

 

En 2011, el escritor cubano Juan Orlando Pérez publicó una reflexión en su blog Juan sin nada titulado: “Profesión, periodista. Cubano. Perdón[1]. Dice que ser periodista en Cuba es la receta perfecta para una vida profesional de una “espesa insatisfacción” y “tremenda frustración”. Al mismo tiempo, describe los dos años que trabajó en La Tribuna de La Habana como los más felices de su carrera. ¿Cómo entiendes esta descripción contradictoria de Pérez?

 

Bueno no he leído la reflexión, pero vaya que si es contradictoria. No trabajé como periodista en el sector estatal, ya que en Cuba tienes que graduarte como periodista de manera obligada, para hacerlo, incluso aunque seas fotógrafo profesional como es mi caso, sino estudiaste periodismo, no podrás trabajar de fotorreportero tampoco.

 

¿Podrías describir como llegaste a ser un fotógrafo profesional? ¿Cuáles son tus experiencias y publicaciones como fotógrafo y en donde se puede ver ejemplos de tu trabajo? ¿Estudiaste la fotografía o aprendiste a la carrera?

 

La fotografía llegó como la literatura, sin avisar. Un buen día le pedí prestada la cámara a una vecina y me fui a la Habana Vieja a hacer fotos, desde ese entonces la fotografía es parte de mi vida. Se volvió un trabajo profesional luego de estudiar un año completo. Estudié en la Escuela de Fotografía Creativa de la Habana (EFCH). Ahí llegaron los primeros actos de censura hacia mis fotografías -risas-, pero el estudio fue fenomenal y los profesores encabezados por Tomás Inda eran geniales. Recuerdo que pasé el año de escuela sin computadora y con una cámara pequeñita que me regalaron, y a pesar de eso el estudio en la escuela me ayudó muchísimo en mi crecimiento. Me gradué en el 2012 y aún hoy mantengo vínculos con la escuela.

 

La fotografía profesional comenzó cuando me compré mi primera cámara réflex, una Nikon D80. Comencé a trabajar cubriendo eventos artísticos, y también hice fiestas de 15 y bodas, hasta que comencé a publicar mis primeros trabajos en las redes sociales y eso hizo que las personas se acercaran a mí y se interesaran por mis fotografías.

 

Mis fotografías se pueden encontrar en varios espacios, catálogos, portadas de libros y redes sociales, sobre todo. Y bueno ADN Cuba y Árbol Invertido me dieron la oportunidad de acompañar mis textos con mis propias fotografías y es muy gratificante eso.

 

¿Cómo y porqué decidiste lanzarte como periodista en los medios independientes? ¿Fue una decisión rápida o un proceso de concientización más largo?

 

Me interesaba que mi voz abarcara más público, las denuncias, sobre todo. Y en este país convertirte en periodista es también convertirte el alguien que se opone a la dictadura directamente, y así lo decidí, sin darle tantas vueltas. También que ADN me brindó su espacio y hasta el día de hoy estoy completamente agradecidos con ellos.

 

¿Cuáles han sido los costos y beneficios de esta decisión?

 

¿Costos? No sé ni qué te diga -risas-. Ser periodista es sinónimo de ser perseguido políticamente en un país que no respeta los derechos individuales de sus ciudadanos. Así que, partiendo de ahí, he sido arrestado, intimidado, citado para interrogatorios, sufrir el acoso sobre mi familia, perder mi cámara (me la quitaron en una manifestación y me la rompieron), sufrir el arresto domiciliario, y hoy por hoy la seguridad del estado me tiene regulado, no me deja salir del país.

 

¿Beneficios? Saber que todos los días aporto un granito de arena para que Cuba sea libre, y eso lo es todo.

 

¿Qué opinas de la prensa oficial? ¿Cómo podrías describírmela? ¿Es monolítica o tiene luces y sombras?

 

La prensa oficial es la quinta columna del régimen castrista. Esto no es ser absoluto, esta es la realidad. Cada uno de los periodistas cubanos y cubanas que trabajan en los medios oficiales, son cómplices de la dictadura. Si bien es cierto, que una vez que entras a un medio oficial, tienes que seguir la línea editorial de ese medio de comunicación, siempre se puede optar por una opción mas certera, que es la de renunciar.

 

¿Qué es lo que diferencia fundamentalmente al periodismo independiente del periodismo oficial?

 

Algo que ha sucedido con muchos de nuestros periodistas que ahora son independientes pero que antes trabajaron en un medio oficial, y con buenos resultados incluso. Al final, la dignidad, el decoro y los principios se imponen, y terminan renunciando.

 

Es probable que tengas amigos y colegas que siguen trabajando en el sector oficial mientras muchos otros han dejado esto y optado por el sector independiente. ¿Hay algo en particular que los distingue?

 

Si que tengo amigos que aún trabajan en medios oficiales, pocos, pero los tengo. Y sí que hay una cuestión que distingue a mis amigos que trabajan para medios independientes, de los que trabajan para los medios oficiales, esa cuestión, es el apego estricto a la verdad.

 

No juzgo a los que trabajan en los medios oficiales y se labran un camino incluso, pero sí los señalo con el dedo. Es importante hacer esto, que sepan que trabajar en un medio oficial como periodistas, es también perpetuar a la dictadura. Y tienen que vivir con eso.

 

De la misma manera, debes tener muchos colegas periodistas (independientes) quienes se han ido del país mientras tu has optado por seguir practicando el periodismo desde adentro. En tu opinión, ¿Hay algo en particular que distingue los que se han ido de los que se quedaron trabajando dentro del país?

 

Políticamente no, porque cada cuál es un mundo y somos seres diversos, donde prima más que nada las ansias de ver libre a Cuba y eso nos mete a todos en el mismo saco. Todos queremos tumbar la dictadura, esa es la realidad.

 

Profesionalmente sí, porque estar en otro país te abre el espectro y te acerca a otras realidades y a otras alianzas y a otros medios. Eso es el crecimiento en bruto porque estás trabajando desde la comodidad de la casa sin tener el miedo de que te arresten y eso hace que tus trabajos salgan distintos, quizás más certeros, y obvio, se te acercarán otros medios. Estar afuera convierte a las posibilidades de crecer profesionalmente, en formas infinitas.

 

A tu juicio o en tu experiencia como periodista y como lector, ¿Cómo describirías el ecosistema o el espectro de los medios independientes cubanos?

 

Buena pregunta esta. Se puede decir que es un ecosistema vivo, que varía en su forma y crece y se expande a medida que avanza el tiempo. Se distinguen en las voces de esos medios, en los estilos también. Cada medio independiente encuentra a su lector y cada cual se hace de su propio niño, sin interferir al otro.

 

¿Cómo se distinguen entre si y cuales son las características que los unen y cuales son las características que los diferencian o separan uno del otro?

 

Medios como ADN Cuba o Cibercuba o Diario de Cuba o 14ymedio, respiran y convergen en un mismo espacio y no chocan entre sí, sino que se retroalimentan y son capaces de armar una alianza en un momento determinado contra el régimen.

 

Y existen otros medios donde se hace periodismo investigativo como El Estornudo, o Periodismo de Barrio o Yucabyte que tienen sus propias características y sus propios lectores, y eso lo que hace es enriquecer a Cuba. Todos por igual, da orgullo saber que existen la verdad.

 

¿Has notado una diferencia en los medios no-estatales que se definen como alternativos vs. otros que se definen como independientes o privados?

 

La diferencia entre alternativos y los privados es el comunismo.

 

Eres periodista, pero ejercer el periodismo fuera de la oficialidad en Cuba te convierte en una suerte de “disidente” en los ojos del estado aún cuando esta no es tu intención. ¿No? Para ti, ¿cuál es la diferencia clave entre un periodista independiente y un disidente, opositor o activista? ¿Es posible ser ambas cosas al mismo tiempo?

 

Es posible ser ambas cosas, estoy seguro, pero no en Cuba. Aunque uno quiera hacer un periodismo neutral, que no cumpla con una agenda política, o una línea editorial específica, el régimen te empuja hacia el lado de la disidencia. Una vez que narras, cuentas algo, das una noticia extra a cualquiera de los medios oficiales, usted se convierte en disidente. Eso es automático. No por decisión propia, sino porque el régimen te añade en su lista de contrarrevolucionarios, según ellos pagados por el imperio.

 

Se da el caso de que muchos periodistas, hombres y mujeres, dan entrevistas a medios internaciones, y muchas de las personas contrarias al régimen, atacan a esos periodistas, porque piensan que ya por ser periodistas, son voceros de la disidencia, y eso es también culpa del régimen, por etiquetarnos. El periodista tiene que apegarse a la verdad, sin elegir bando y ser lo más veraz posible, esa es para mi la clave.

 

El periodismo independiente cubano siempre se ha nutrido del trabajo de periodistas autodidactas o “periodistas ciudadanos” como tu. Para ti, ¿la distinción entre periodistas independientes “profesionales” (con títulos universitarios y experiencia en el sector oficial) y los autodidactas tiene relevancia o importancia?, y si es así, ¿en qué sentido?

 

Antes yo creía que sí, sobre todo porque creía que los que hacían periodismo profesional y habían estudiado en la universidad, se creían superiores. Pero la realidad es que no. Supongo que ellos en algún punto aceptaron que se puede hacer periodismo más allá del estudio universitario y crecer con la práctica diaria. Tengo varios amigos con títulos universitarios y leen y comparten textos de periodistas que no lo son.

Ojo, la distinción está y es real, el estudio no lo tienen por gusto, pero al menos no me lo restriegan en la cara. Los que sí hacen esto último son los agentes de la seguridad del estado cubano y los medios oficiales. Ellos si se la pasan minimizando a los que hacemos periodismo ciudadano, bueno y a todos los periodistas independientes en general.

 

Durante un tiempo se enfatizó el hecho de que algunos blogs y después medios independientes se hicieron “desde Cuba” mientras otros se hicieron “desde afuera”. ¿Para ti, todavía tiene importancia o significado o relevancia esta distinción dada la realidad cada vez más “trasnacional” del periodismo y de la nación cubana?

 

La verdad yo veo merito en las dos variantes. Y respeto tanto a los que trabajan desde Cuba, como fuera de Cuba. De hecho, muchos de los medios independientes fueron fundados afuera, precisamente porque dentro de Cuba es muy difícil. Y esos medios muestran la realidad del país tal cual.

 

Lo impresionante de Cuba, es que no necesitas estar en la Isla para mostrar su verdadera cara, no hace falta dar una noticia tremendista que roce lo irreal, ni nada por el estilo. Solo necesitas apegarte a los hechos de Cuba y luego internet hace el resto.

 

Para mi no tiene ninguna importancia, mientras el periodismo que hagan esos medios sea lo más certero posible, con eso es suficiente. Además, pueden radicar en España, EE.UU. o Japón, siguen siendo medios cubanos, y eso tiene todo mi respeto y admiración.

 

En todas partes del mundo el modelo de la financiación de los medios está en crisis. En Cuba, además hay un discurso oficial de que los medios y periodistas independientes son realmente “subversivos” y “mercenarios” porque cuentan con financiación alternativa. ¿Podrías hacer una valoración de esta controversia?

 

El régimen cubano se agarra de lo más mínimo para mantener al pueblo unido ante un enemigo al que nadie le ve la cara, pero que según el gobierno está ahí. El totalitarismo en Cuba es digno de una película de Netflix. Los dictadores de Cuba, en este caso los Castro, llevan en el poder muchos años y son una maquinaria propagandística que suele alimentarse de lo más mínimo.

 

Y los medios independientes son caldo de cultivo. La parte interesante, es que millones de cubanos lograr salirse de la carretera y conectar y consumir a los medios independientes por encima de que el régimen los tilde de subversivos.

 

¿Cuáles son algunas de tus estrategias para navegar dentro de este contexto extremadamente polarizado y politizado?  

 

En mi caso yo me libero de eso, y de hecho me atrevo a hablar por la mayoría, respetando la línea editorial del medio para el que trabajemos, nosotros hacemos el periodismo que queremos, mostramos la realidad de Cuba sin medias tintas, y lo mejor de todo, sin imposiciones. Aunque la seguridad del estado sea tan ignorante y piense lo contrario. Nosotros trabajamos con total autonomía.

 

Lo mío es hacer periodismo, lo demás es comunismo.

 

Cuba tiene una historia larga de censura y autocensura de la prensa (incluso antes del triunfo de la Revolución). ¿Profesionalmente has sufrido la censura o has tenido que ejercer la censura o la autocensura? ¿Podrías describírmelo con detalles o anécdotas?

 

Cada vez que me sentaba a escribir una historia yo me autocensuraba. Todos los días caía en lo mismo. Vivo en un régimen de terror imagina. Pero cuando estudiaba en la Onelio allá por el 2010 me di cuenta de que la autocensura era un estado mental y no podía caer en ella. Si alguien quería censurarme bien, pero yo no le iba a hacer el trabajo fácil.

 

Desde entonces soy un hombre libre.

 

¿Cuáles son tus experiencias de acoso, intimidación o detención e interrogatorio por parte de la seguridad del estado? ¿Has sido arrestado, molestado, amenazado o difamado? ¿Ha sido impedido o “regulado” tu movimiento dentro o fuera del país? ¿Bajo cual justificación legal?

 

Sí, he sufrido muchísimo el acoso político, lamentablemente. Así funciona Cuba. Este país es una dictadura comunista que daña todos los aspectos del cubano. Y apenas uno logra alzar la voz en contra del régimen, le mandan a sus esbirros, en este caso, agentes de la seguridad del estado (policía política) que te atacan de todas las maneras posibles.

 

He sufrido arrestos en la calle, he estado desaparecido, me han ido a arrestar a la casa. Me ha puesto vigilancia para que no salga. He estado muchas veces bajo interrogatorio. Me han amenazado con la cárcel, me han amenazado con mi familia, me han intimidado. Y ahora mismo estoy regulado.

 

No puedo viajar fuera de Cuba, tengo una prohibición de salida bajo ninguna excusa. Porque hasta ahora mismo no me la han dado. Un acto ilegal que viola mis derechos humanos impunemente.

 

¿Hasta la fecha, cuál ha sido el impacto del auge del nuevo periodismo independiente digital en Cuba? ¿El periodismo independiente tiene futuro en la Isla?

 

El impacto es enorme. Recuerdo cuando descubrí ADN Cuba, me pareció una agencia de noticias especial, y bueno tuve la suerte de colaborar con ellos, y vi la evolución de la revista y fue impactante la verdad. Los lectores y lectoras conectaban con ADN, y fue tan rápido su auge en la Isla, que el régimen en pocos meses bloqueó su sitio, y a pesar de eso, la revista siguió trabajando al punto de ser una de las agencias de noticias a las que el régimen castrista le tiene mucho odio, y sobre todo miedo.

 

Igual que con ADN Cuba, ocurre en otros medios, no los menciono para no dejar sus nombres afuera. Pero todos los medios independientes que muestran la realidad cubana han dado en el clavo y han logrado conectar con una sociedad que carece de derechos humanos, civiles y políticos. Gracias al internet el poder de los medios independientes fue creciendo al punto de convertirse en lo que son ahora, un refugio donde los cubanos y cubanas encuentran con seriedad las noticias de un país que vive una censura de prensa sin precedentes.

 

¿Qué se debe cambiar para que tenga más o mejores posibilidades de existencia y éxito?

 

¿Que se debería cambiar? La verdad cada medio independiente tiene su línea editorial y encuentra a sus propios lectores, cada una de las agencias de noticias se abre un espacio dentro de Cuba y ninguna se interpone a la otra, y esas es una de las cosas que yo más admiro del periodismo independiente cubano. Así que no les cambiaría nada la verdad. La que tiene que cambiar es Cuba.

 

¿Podrías ser más específico sobre los cambios que hacen falta en Cuba (dentro del gobierno y las leyes) para que la prensa independiente tenga mas impacto y posibilidades de existencia? 

 

Bueno lo primero sería cambiar las leyes. Tiene que haber libertad de prensa y libertad de expresión, ya que sin esto el buen periodismo independiente cubano, no logrará avanzar y posicionarse como puntero a la hora de lograr el gran impacto que necesita Cuba en cuestiones de noticias. El régimen cubano tiene que quitar la ley que prohíbe ejercer el periodismo. El régimen tiene que levantar el bloqueo informático al que tiene sometido a los medios independientes cubanos. Tiene que permitir la inscripción de esos medios independientes, para que no estén en un vacío legal. Que dichos periódicos o revistas, o agencias informáticas puedan recibir fondos privados y tener la autonomía para operar al margen del oficialismo.

 

¿Qué sabes de la historia del periodismo independiente cubano antes del nuevo movimiento digital actual? ¿Quiénes fueron los pioneros del periodismo independiente en Cuba? ¿Te identificas con esta historia como parte de tu propia historia profesional ahora que eres un periodista independiente también?

 

La verdad es que sí me identifico, recuerdo que el primer medio físico que conocí se llamaba Scriptoriun, que era un Fanzine independiente sobre rock cubano, y los primeros medios digitales que conocí fueron Havana Times y Café Fuerte. Estos fueron los primeros a los que tuve acceso. Ya luego me llegaron otros blogs de renombre como Generación Y y Árbol Invertido. Si siento que forman parte de mi historia, cuando luego de pasar los años he tenido el placer de colaborar como periodista en algunas de estas revistas.

 

Si pudieras recomendarme algunos artículos que has publicado que son representativos de tu trabajo periodístico a lo largo de tu carera, ¿cuáles serian?

 

Neuropatía; La enfermedad del hambre en Cuba”, ADN Cuba, 13 de abril, 2021.

 

La Habana es una ciudad miserable”, ADN Cuba, 17 de diciembre, 2019.

 

La noche de los aplausos”, Puente a la Vista, 15 de mayo, 2021.

 

¿Hay alguna publicación o entrevista tuya a la cual me podrías referir acerca del periodismo (independiente) cubano?

 

El artista Ariel Maceo muestra ‘la realidad de un país que se muere’,” por Grethel Delgado, Diario las Américas, 4 de mayo, 2020.

 

[1] Para más información visite: https://juanopg.blogspot.com/2011/07/profesion-periodista-cubano-perdon.html

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