FORO CUBANO Vol 6, No. 66 – TEMA: PROTESTAS EN CONTEXTOS AUTORITARIOS
“No me fui, me hicieron ir”: Penélope y su activismo en Cuba
Por: Yusmany Hernández Marichal
Abril y mayo 2024
La pandemia de covid-19 trajo consigo el confinamiento y la pérdida de trabajo para la mayoría de las mujeres trans trabajadoras sexuales en Cuba. Sin embargo, para Penélope esta crisis sanitaria y económica lejos de afectarla, lo que provocó fue que sus bolsillos se llenaran. Unido a ello, desarrolló su activismo en la isla en defensa de los derechos de las minorías sexuales, así como protestas en el contexto autoritario cubano. El presente testimonio forma parte de la tesis doctoral antropológica relacionada con las experiencias de las mujeres trans trabajadoras sexuales en Cuba.
Penélope es una mujer trans de 36 años, considerada unas de las chicas más bellas de la ciudad de Santa Clara. Proviene de una familia adinerada; su padre, graduado de Lengua Inglesa y trabajador de relaciones públicas en los hoteles de Cayo Santa María; su madre, quien inició la carrera de Psicología, tuvo que dejarla por problemas de salud y comenzó a trabajar en Cultura Provincial de dicha ciudad, la cual lleva más de 15 años en el sector.
Además de desempeñar profesiones y ocupar puestos importantes, mantienen un “hostal” junto a la abuela paterna, la cual vive en Estados Unidos desde hace años. Dicho local además de tener como función principal el alojamiento de extranjeros/as, es escenario de shows de cantantes, humoristas y transformistas al tener cerca de la piscina un pequeño estrado. Es visitado por cualquier persona del colectivo LGBTIQ+ y heterosexuales tanto cubanos como extranjeros.
A Penélope, los padres le inculcaron el respeto a las sexualidades e identidades no normativas desde edades tempranas, a tal punto que la dejaban entrar a la habitación mientras las y los transformistas se arreglaban para los shows. Se ponía vestidos y calzados que le quedaban grandes, agarraba las pinturas y empezaba a maquillarse, salía y doblaba canciones con ellos/as. Aquello era una diversión para sus padres y las y los invitados cuando lo hacía. Desde pequeña le gustó el mundo del espectáculo.
Así transcurrió su niñez: rodeada de arte, aceptación y aprendizaje. Sus padres, por el nivel económico, la vincularon desde niña al baile, unas de sus pasiones. También la llevaban a clases de inglés y francés, pues se relacionaban con personas de muchas nacionalidades que llegaban a rentarse en su casa por lo que saber idiomas era una necesidad.
Mientras que la mayoría de niñas y niños cubanos no alcanzaban comer dulces, Penélope comía chocolates traídos del extranjero. Vestía ropas de marca, de tal manera que sus padres fueron citados varias veces por su forma de vestir en la escuela pues las y los otros niños no iban así. Un día, el profesor de Educación Física se asombró cuando Penélope fue a la clase con tenis nike que tenían las etiquetas todavía.
En el caso de Cuba, las ropas y el calzado con esas características son “para salir”. El tema de la vestimenta en la isla tiene mucha tela por la cual cortar, pues quienes tienen acceso a dichos ornatos son vistos como de la clase alta, a tal punto que existen personas que dejan de comer para vestir. Así es el mundo de la vestimenta en la isla, unos tienen mucha, otros prácticamente nada pues son traídas del extranjero a precios elevados, lo que acentúa las diferencias de clase y crea exclusiones en la sociedad cubana.
Dinero fue lo que más vio Penélope desde que nació. Su adolescencia transcurrió entre fiestas, lujos y pagar gustos a compañeros/as de la carrera de Lengua Inglesa que estudió. Su universidad fue entre El Mejunje1, Cubanacán y discotecas. En esta etapa tuvo varias relaciones amorosas con chicos y les contó a sus padres la atracción por los hombres y los deseos de empezar a transformar su cuerpo pues quería tener todo como una mujer.
La reacción de estos fue apoyarla, pues según Penélope “su camino fue más fácil”. No cayó en crisis, depresiones y rechazo por parte de la familia, pues mientras muchos/as trans tuvieron que marcharse de sus hogares cuando asumieron la identidad de género, ella fue acogida por sus padres, a tal punto que su madre la acompañó en todo el proceso de hormonización.
Las sustancias para transformar el cuerpo fueron mandadas por su abuela paterna y/o traídas por amigos/as extranjeros/as que se habían hospedado en su casa. No obstante, visitó a los mejores cirujanos plásticos de La Habana. Cuando se hizo las primeras cirugías, empezó a usar ropas femeninas. A los centros nocturnos y a los shows de su casa siempre salía impecable con vestidos elegantes, tacones altos, pelucas diferentes todos los fines de semana y perfumes traídos de Francia. La vestimenta es algo que caracteriza la vida y la forma de actuar de Penélope.
Debido a que los padres desempeñaban labores fuera del hogar y al Penélope no querer ejercer su carrera cuando se tituló a los 25 años, se encargó del tema del hostal, desde abastecerlo de alimentos, bebidas y aseo hasta la planificación y ejecución de los shows.
Los espectáculos se realizaban los fines de semana para los cuales invitaba a artistas y transformistas de todas las provincias. Música, bebida y diversión era lo que más se respiraba en aquel patio. El sábado, día de la diversidad sexual en El Mejunje, muchas/os cuando culminaban de actuar se trasladaban para la casa de Penélope hasta que amaneciera. Las ganancias de la familia aumentaban como la espuma.
Cuando Penélope tomó la dirección del hostal y por ende de los espectáculos, también doblaba canciones y bailaba. El ambiente era sano, de aceptación, en el cual no se excluyó a nadie por género, identidad, color de piel, clase social ni estatus migratorio. Una de las condiciones que Penélope planteó fue que jamás aceptaría una discriminación, pues según ella: “bastante se sufre cuando sales a la calle”, al referirse a la homofobia, transfobia y racismo enraizados en la sociedad cubana.
Unido a esto, si bien Penélope ha estado llena de lujos por el estatus económico, dichas condiciones no la han convertido en una persona arrogante y discriminatoria, a tal punto que expresa que desde pequeña llevó esa idea de liderazgo y defensora de los más necesitados y vulnerables. Un hecho que marcó su vida y la convirtió públicamente en valedora del colectivo LGBTIQ+ fue cuando un policía le cayó en la calle a golpes a un chico gay por su manera de vestir cuando salía de un espectáculo en El Mejunje:
Yo siempre he tenido como eso de querer defender a todos/as; recuerdo cuando estaba en la primaria, secundaria, el pre universitario e incluso en la universidad que cuando veía cualquier acto de abuso y discriminación por género, clase social y color de piel brincaba como una leona. Todos me decían la defensora de los derechos humanos (sonríe).
Falta de derechos humanos, represión y acoso policial existe en Cuba, por eso aquella noche por encima de sus padres, Penélope fue para la estación de policía y denunció el maltrato que se había cometido contra aquel chico. Sus reclamos fueron negados y el resultado único que obtuvo fue que esa noche durmió detrás de las rejas.
Después de aquel suceso, Penélope no fue citada y su vida transcurrió entre la atención del hostal y la dinámica de los espectáculos. Sin embargo, con la llegada de la pandemia de covid-19, el gobierno cerró las fronteras y se establecieron medidas estrictas para evitar la propagación del virus. Los ingresos del hostal disminuyeron debido a que las y los extranjeros no podían visitar la isla, y por otra parte, los shows se cancelaron por el tema de los contagios y las muertes.
Penélope, aferrada a la idea de nunca claudicar, buscó otra vía para generar ingresos. Decidió hacer uso de los idiomas y comenzó a vender su cuerpo a extranjeros a través de las redes sociales. Como estableció contacto con muchos/as turistas que visitaron su casa en algún momento, estos/as le buscaban amigos interesados en sus contenidos sexuales.
A sus cuentas de Facebook e Instragam se sumaron cientos de suscriptores. No obstante, con aquellos clientes de más estatus económico se comunicaba por WhatsApp: “establecí un trato diferenciado según el nivel económico. A los más ricos les daba mi número de teléfono para que me llamaran por cámara. Así es la dinámica”.
La vida de Penélope lejos de retroceder en la pandemia, lo que hizo fue mejorar, sus ingresos aumentaron. Ayudó a la familia y/o amigos/as necesitados en esa etapa tan difícil. Desde ese período hasta ahora es una mujer trans trabajadora sexual cuyo modo de operación es a través de las redes sociales.
No obstante, cuando las medidas fueron levantadas por el gobierno y empezaron a llegar las y los primeros extranjeros retomó también la renta del hostal y la realización de los shows. Las noches de los sábados y domingos empezaron a tener colores en aquel patio lleno de plantas ornamentales y carteles relacionados con la diversidad e identidad.
En los espectáculos conoció a muchas trans y se vinculó a la red comunitaria TransCuba, creada en el 2001, la cual cuenta con la supervisión del Centro Nacional de Educación Sexual en Cuba (CENESEX). A través de esta red, Penélope ejerció el activismo. Su lucha se encaminó en un inicio a denunciar los maltratos que eran ejecutados no solo contra las personas trans, sino con la comunidad LGBTIQ+ en general.
Las personas trans son excluidas por un contexto patriarcal, machista y transfóbico, lo que origina que se formen espacios como por ejemplo la Red TransCuba para debatir y/o aliviar sus malestares, así como cuestionar las estructuras que dan cabida a la violencia contra ellos/as. Los espacios del activismo social son fundamentales para las y los sujetos LGBTIQ+ (Briscoe y Gupta, 2016).
El activismo social forma una agencia en las y los participantes (Morales 2013), la cual se produce por las vivencias que han marcado la vida de las y los integrantes. Esto se evidencia cuando Penélope observó el maltrato del policía con el chico gay por su forma de vestir y ella partió para la estación a denunciar aquel acto. Este hecho marcó la vida de Penélope y cimentó sus primeros pasos en el activismo.
El activismo requiere de voluntad y preparación según el activista Verde Gil Jiménez (Pérez y Gil, 2022). Todas estas características le permitieron a Penélope darse cuenta que el CENESEX, creado en 1989 y dirigido desde el 2000 por Mariela Castro Espín, hija de Raúl Castro, responde a los intereses del gobierno y que lejos de apoyar a la comunidad LGBTIQ+, lo que hace es ser indiferente ante las necesidades reales de dichas personas.
Así es que Penélope cortó todas las relaciones con la red y la vinculación con acciones estatales encaminadas a la diversidad en la isla. Su activismo, bajo el lema: “La identidad también es algo político”, lo ejerció desde sus propias páginas de Facebook e Instragam, en las cuales ponía comentarios relacionados con la diversidad, el acoso policial, la falta de derechos en Cuba y las acciones represivas por parte del Estado. Su perfil de facebook por mucho tiempo fue una foto de ella con la siguiente frase: “Mujer trans, una más en contra del gobierno cubano”.
En el activismo la visibilidad es fundamental, la cual se da desde que el sujeto/a es reconocido/a en su cotidianidad o en las redes sociales como una persona trans activista. Las acciones que son realizadas de manera pública ya sea física o virtual provocan que dichos sujetos/as sean violentados y discriminados. Esto origina que sean amenazados/as y acosados/as (Morales, 2013).
Incontables fueron las veces que fue detenida por subir dichos contenidos a las redes sociales; innumerables las que fue vigilada por agentes de la seguridad del Estado. La trataban de intimidar, acosaban, maltrataban por su identidad de género y postura política; le hacían llamadas para citaciones, a las cuales muchas veces no asistía. Sus cuentas de Facebook fueron hackeadas. A sus padres, también empezaron desde ese entonces a hacerles un cerco.
El abuso y maltrato de la policía hacia las mujeres trans y a la comunidad LGBTIQ+ de manera general es el resultado de una represión del Estado cubano, el cual tiene como objetivo vigilar, perseguir y castigar las acciones sociales y políticas que estén en su contra. El control social lo ejerce la policía cubana para mantener el estatus quo.
Muy relacionada con la política discriminatoria y represiva del Estado, se encuentra la Iglesia quien ha mostrado cierta reticencia ante las nuevas legislaciones sobre las sexualidades e identidades no normativas en la isla. Penélope señala no solo la violencia del Estado sino también la de la Iglesia. La religión tiene influencias en las discriminaciones hacia las identidades y sexualidades no normativas en la isla caribeña, estos discursos están determinados por las decisiones del gobierno cubano.
La relación que existe entre el Estado y la Iglesia en Cuba es evidente, la cual influye en los discursos binaristas de género. Un ejemplo de ello es cuando se propuso la inclusión del matrimonio igualitario en la Constitución de 2019, la cual fue pospuesta por el rechazo de muchos sectores, dentro de ellos la Iglesia. Penélope también empezó su campaña en contra de la Iglesia, hacía publicaciones como: “Ni santa, ni católica, soy una mujer trans”.
Nada limitó a Penélope. Su labor encaminada al apoyo de la comunidad LGBTIQ+ y su postura ante el Estado lo evidenció cuando el 11 de julio del 2021 salió como miles de cubanos/as a las calles a exigir los derechos. Ese día Cuba vivió la mayor ola de protestas en contra del gobierno, llamado 11J.
Penélope como gran parte de la comunidad LGBTIQ+ exigió, además, el respeto a las sexualidades e identidades, el reconocimiento sus uniones, la falta de apoyo de un organismo estatal como el CENESEX ante las demandas de este grupo, la ausencia de tantos derechos. Como miles de mujeres trans reclamó oportunidades laborales que no solo fuera el trabajo sexual y la apatía de las instituciones ante las personas trans.
Patricia Espinosa le confiere una importancia al activismo, por lo que refiere que callarnos no puede ser la alternativa e impulsa la necesidad de visibilizar los desacuerdos y generalizar espacios para dar a conocer a las y los que son marginados (Espinosa, 2021).
Muchos sujetos/as de la población LGBTIQ+ ese día demostraron que no se identifican con el Estado cubano. Aunque el gobierno recientemente, incluyó el matrimonio igualitario en el nuevo Código de Familias, aún cientos de personas LGBTIQ+ consideran que queda mucho camino por recorrer, un ejemplo de ello es la inclusión de una ley trans que proteja sus derechos. Si bien ya en la isla, una persona trans se puede cambiar el nombre al igual que la foto en su carné de identidad, el género que se registró cuando nació todavía.
Cuando la policía empezó el secuestro, Penélope se marchó. Sin embargo, su lucha por la igualdad continuó. Su patio además de presentar números artísticos, sumaba cada día personas LGBTIQ+ que se oponían a las políticas del gobierno en la isla. Subía fotos y comentarios en sus redes como: “Abajo la dictadura”, “Patria y Vida”, “Por una igualdad”, “Las vidas trans importan”, “Fin del acoso policial”.
El fin de su estancia en la tierra que tanto ama, lo provocó todo lo vivido. A pesar del nivel de aceptación y apoyo familiar respecto a su identidad de género, el estatus económico que tenía, la pasión que siente por Cuba, Penélope se fue para Estados Unidos por el programa de parole humanitario, creado el 5 de enero del 2023 por el gobierno estadounidense a personas de Cuba, Nicaragua y Haití como una estrategia legal para llegar a ese país.
Cuando Penélope pisó suelo americano dijo que su activismo a favor de las minorías sexuales y su política anticomunista no había cesado, pues demostraría desde la distancia, que le pasó lo mismo que a cientos de cubanos/as: “no me fui, me hicieron ir”.
Referencias
Briscoe, F. y Gupta, A. (2016). Social activism in and around organizations. The Academy of Management Annals, 10(1), 671-727.
Espinosa, P. (2021). ¿Un cuerpo equivocado? Palabra Pública. Críticas. Chile: Universidad de Chile.
Morales, M. (2013). Derechos humanos, ciudadanía y activismo femenino en La Pampa contemporánea. La Aljaba. Época 2 (17), 149-167.
Pérez, D.A y Gil, V. (2022). Red TransCuba, aciertos y desafíos en el camino de la transformación social. Biblioteca Virtual de Género. SEMLAC. Servicios de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y el Caribe.